Investigadores del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (SERIDA) han realizado un análisis de la situación de la población de la cabra a nivel mundial del que se extrae la conclusión de que su patrimonio genético está gravemente amenazado.
En dicho estudio se ha evaluado la situación de las razas, las implicaciones de su conservación, las interacciones con otras especies animales (salvajes o domésticas) y las consecuencias del pastoreo de las cabras desde el punto de vista medioambiental.
La mala reputación que precede al caprino reside en una de sus principales virtudes: tiene un grado de adaptación extraordinario a las condiciones ambientales más difíciles, allí donde no sobrevivirían otras especies de ganado doméstico.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), el mayor número de cabezas de caprino se encuentra hoy en día en los países más pobres, y especialmente en aquellos con unas condiciones ambientales muy difíciles, en zonas montañosas, desérticas o semidesérticas.
“En esos ambientes pobres se encuentran frecuentemente comunidades también pobres en las que el caprino puede llegar a proveer la única fuente de proteínas de origen animal en sus dietas”, explica esta investigadora.
El manejo inadecuado del pastoreo, que no tiene en cuenta las características de la especie ganadera y el tipo de hábitat donde se desarrolla, es el principal responsable de los efectos dañinos que el caprino puede producir al medio.
Por ejemplo, el crecimiento incontrolado de las poblaciones de cabras cachemira para incrementar la producción de su preciada lana ha superado en algunos casos la capacidad de carga de los ecosistemas y ha tenido impacto, no solo sobre la vegetación, sino también sobre ciertas especies animales autóctonas en la India, China y Mongolia.
Como contrapartida, el estudio también contempla un buen número de casos en los que esta especie ejerce una importante labor para la conservación medioambiental. Entre ellos se destaca su utilidad para la lucha contra los incendios en zonas dominadas por el matorral o para el control de plagas vegetales exóticas que pueden poner en riesgo a los ecosistemas.
“Hemos querido hacer una revisión global, considerando regiones del mundo muy distintas, desde las cumbres del Himalaya hasta las zonas tropicales, analizando en cada región hasta qué punto el caprino compite o no con la fauna local y si interfiere con la supervivencia de las especies más sensibles”, señala Rosa García.
Fuente: SINC (http://www.agenciasinc.es/Noticias/El-patrimonio-genetico-mundial-de-la-cabra-esta-seriamente-amenazado/%28n%29/43427)
Bibiogarfía: Rosa Garcia, R. et al. “Goat grazing, its interactions with other herbivores and biodiversity conservation issues” Small Ruminant Research 107 (2012) 49– 64.