La relevancia sanitaria de Escherichia coli como microorganismo responsable de infecciones alimentarias es conocida desde hace décadas. No obstante, los recientes brotes en Europa y en los EEUU, como el ocurrido en 2011 en Alemania (conocido en España como la "crisis de los pepinos") que afectó a 3942 personas, de las cuales 53 murieron; o los más recientes en Julio y Septiembre de 2013 en los EEUU (en el restaurante mejicano "Federico's" y por consumo de ensalada de pollo lista para el consumo) han puesto de manifiesto la relevancia de este patógeno alimentario y la ineficacia de los sistemas actuales de seguridad alimentaria para su vigilancia y control.
A día de hoy se distinguen hasta 6 patotipos (grupos de cepas clasificadas según la patología que producen) dentro de esta especie. Entre todos estos patotipos, las cepas de E. coli pertenecientes al patotipo SHIGATOXIGÉNICO o STEC (del inglés Shiga Toxigenic Escherichia coli) también conocido como verotoxigénico o enterohemorrágico son las de más relevancia clínica pues pueden producir enfermedades potencialmente fatales como la colitis hemorrágica, el síndrome hemolítico urémico y la púrpura trombótica trombocitopénica. En 2011 se registraron un total de 9485 casos confirmados de infección por E. coli STEC en humanos en la Unión Europea que causaron 56 muertes, con una tasa de mortalidad del 0,75 % (Tabla 1). Esto la convierte en la tercera causa más frecuente de enfermedad bacteriana trasmitida por los alimentos y en la segunda más frecuente de muerte en la UE (EFSA, 2011). La relevancia de este microorganismo se incrementa todavía más si se tiene en cuenta que se calcula que la incidencia real de enfermedad sería aproximadamente 50 veces superior a lo que indican los datos arriba mencionados (Scallan y col., 2011).
La importancia de estos datos desde el punto de vista de la salud pública ha conducido a la reciente aparición de normativa legal para el control de la presencia de E. coli STEC en determinados alimentos. Así, el Reglamento de la UE No 209/2013 -que modifica el Reglamento 2073/2005 relativo a los criterios microbiológicos aplicables a los productos alimenticios- indica que es obligatorio garantizar la ausencia de E. coli STEC en brotes vegetales mientras que en EEUU desde 2012 es obligatoria la detección en carne de vacuno de los 7 serotipos más frecuentes de E. coli STEC (FSIS-2010-0023).
En ZEULAB somos conscientes de la necesidad de dotar tanto a la industria transformadora como a los sectores primario y de servicios (restauración y catering) de herramientas fiables, rápidas y sencillas para la detección y prevención de los riesgos alimentarios. Por ello, en la actualidad ZEULAB ya dispone y comercializa el Test MICROFAST E. coli O157, un test rápido inmunocromatográfico en formato casette para la detección de E. coli O157 en alimentos. Es más, con el objeto de simplificar todavía más el protocolo de análisis, durante los últimos años hemos trabajado en el desarrollo de una nueva generación de tests para la detección de microorganismos patógenos alimentarios, los nuevos tests MicroLab Detect, a cuyo portafolio se unirán pronto los test para la detección de E. coli serotipo O157 y para la detección de E. coli shigatoxigénicos.