Tras los recientes casos de detección de presencia de aflatoxina M1 en leche, ocurridos en Paises Bajos y Serbia, la Industria Láctea Nacional se está sensibilizando y comenzando a analizar este parámetro con mayor intensidad.
Las aflatoxinas son unas toxinas excretadas por algunas especies de hongos presentes en cereales, ensilados y forrajes. La ingesta por parte de los animales de alimento contaminado hace que aparezca en la leche de ordeño un derivado de éstas, producido por el propio metabolismo del animal: la Aflatoxina M1. Esta toxina tiene efectos cancerígenos, teratogénicos, mutagénicos y es hepatotóxica e inmunosupresiva, afectando a órganos como el hígado, riñón y cerebro.
La aflatoxina M1 es estable en algunos quesos, yogures, leche pasteurizada, leche desnatada o entera y helados. Para leche cruda, leche destinada a la fabricación de productos a base de leche y leche de consumo tratada térmicamente, la legislación comunitaria europea establece una concentración máxima permitida de 0.05 microgramos/litro o Kg (50 ppt). Sin embargo, para leche destinada a alimentos infantiles el límite se sitúa en torno a 0.02 µg/L (20 ppt).
Actualmente el cribado de esta molécula se realiza por medio de técnicas inmunoquímicas, inmunocromatografía o ELISA, disponibles en formato kit comercial, excelentes por su rapidez, coste y sencilla manipulación. La confirmación de las mismas se lleva a cabo mediante cromatografía de líquidos de alta resolución HPLC.
ZEU INMUNOTEC, coordinó en 2005 un estudio de muestras procedentes de diferentes zonas de nuestro país en el que participaron varios laboratorios interprofesionales. El objetivo de este estudio fue evaluar la posible presencia de estas toxinas en la leche cruda. Para la realización de este trabajo se empleó un kit ELISA comercial.
En este trabajo, se analizó un total de 160 muestras de leche de vaca procedentes de 4 zonas diferentes de España encontrando que un 3% de las muestras contenían niveles de Aflatoxina M1 por encima de los límites máximos de residuos permitidos. Además, se detectó un 2% de muestras con niveles admisibles de Aflatoxina M1 pero cercanos al límite máximo (entre 50 y 20 ppt). Asimismo, un 35% del total contenían presencia de la molécula, aunque en concentraciones más bajas, entre 20 y 10 ppt.
Las conclusiones de este estudio son que un porcentaje significativo de las muestras analizadas contenía Aflatoxina M1 en niveles no permisivos y que un número elevado de las mismas (cercano al 60%) presentó presencia de la toxina aunque por debajo de los límites legales. Un control periódico de la leche cruda por parte de los laboratorios de análisis, así como un autocontrol por parte de los propios ganaderos e industria conduciría a la disminución de la tasa de positivos y a una reducción del riesgo para la salud humana.
En este sentido, ZEU INMUNOTEC, comercializa dos soluciones analíticas que permiten detectar la presencia de la Aflatoxina M1 en la leche y sus derivados en los niveles que regula la legislación. La primera es un kit ELISA (5121AFM1) que permite detectar y cuantificar este residuo en leche, quesos y mantequilla. La segunda herramienta es el kit AFLASENSOR, que es un kit rápido, en formato tira reactiva, que permite detectar la presencia de Aflatoxina M1 en leche en tan sólo 10 minutos.
Fuente: Extracto de artículo publicado en revista ILE (Septiembre de 2005).