Durante el mes de abril se han detectado en Lanzarote 16 casos de intoxicación alimentaria por ciguatera, relacionados con el consumo de pescado que no había pasado por los puntos de venta oficiales.
En el primer brote se vieron afectados 10 personas que, tras consumir un plato de pescado de la especie medregal en dos restaurantes de Lanzarote, presentaron síntomas digestivos (vómitos, diarreas y dolor abdominal) varias horas después de haber ingerido el pescado y, posteriormente, presentaron parestesias, sensación térmica paradójica y mialgias.
La ciguatera es propia de mares tropicales y subtropicales, además de proliferar en zonas de arrecifes coralinos. La intoxicación por ciguatera puede producirse tras la ingesta de cualquiera de las más de 400 especies de peces de los arrecifes tropicales donde un microorganismo del plácton (un dinoflagelado) produce la ciguatoxina, que es ingerida y se acumula en la carne del animal marino.
Además, los peces más grandes son más tóxicos y el sabor del pez "no se altera y no se conoce ningún método de congelación o cocción que proteja de la intoxicación". En cuanto a los síntomas aparecen de una a varias horas después de la ingesta y el cuadro característico dura unos ocho días en los que se puede tener retortijones, diarrea, náuseas y vómitos; dolor de cabeza, de músculos, y de articulaciones; picor generalizado; o fenómenos sensitivos como inversión de las sensaciones de calor y frío, dolor en la cara, sensación de pérdida de los dientes, hormigueo o quemazón de extremidades, entre otros, y que pueden repetirse durante meses después de la intoxicación.
Anualmente se producen unos 50.000 casos principalmente en zonas donde es común el consumo de peces de arrecife como Australia, el Caribe, sur de Florida y el Pacífico Meridional. En Europa los casos producidos están relacionados con viajes a países caribeños o con el consumo de peces exóticos en restaurantes étnicos.
Fuente: La Vanguardia.com