Un grupo de científicos de Nueva Zelanda han modificado genéticamente una vaca para conseguir que produzca leche antialérgica. Mediante este proceso, han obtenido una leche que contiene muy poca cantidad de la beta-lactoglobulina, que habitualmente causa reacción alérgica en algunos niños.
El proceso llevado a cabo se denomina 'interferencia de ARN' y reduce la actividad de cientos de genes sin eliminarlos completamente. Los investigadores han apuntado que actualmente son menos las madres que amamantan a sus hijos y recurren a la leche de vaca "por ser la que tiene más proteínas para el crecimiento del bebe". Sin embargo, la diferencia de composición entre la leche materna y la de vaca "puede causar reacción en los niños", han apuntado.
En los países desarrollados, entre el 2 y el 3% de los bebés son alérgicos a las proteínas de la leche de vaca en el primer año de vida, y modificando genéticamente una vaca se ha conseguido una reducción del 96% de la proteína Beta lactoglobulina.
Hasta ahora, la industria láctea había reducido el potencial alérgico de la leche mediante procesos químicos que, según señala este estudio "son más caros" y "pueden dejar en la leche un sabor amargo". También existen otras técnicas de manipulación de genes, llamada 'recombinación homóloga', que eliminaría la proteína Beta lactoglobulina, en vez de reducirla como hace esta nueva técnica. Los investigadores han indicado que "este sistema no está dando buenos resultados".
Profesores de la Universidad de Edimburgo han señalado que la nueva investigación de Nueva Zelanda "es un buen ejemplo de cómo las modificaciones genéticas pueden utilizarse para proporcionar estrategias alternativas para el proceso de fabricación actual". "Ya se sabía que la 'interferencia de ARN funcionaba en plantas y gusanos, pero nunca se había probado antes en ganado".
Fuente: cadena ser